Pedirle al paciente fumador que deje de
fumar si piensa someterse a cirugía estética, es más valioso que la cirugía misma.
No es sorpresa que antes de una cirugía plástica te pida que dejes de fumar
mucho tiempo antes y después de la intervención. No sólo incluye cigarros de
tabaco, sino cualquier producto que contenga nicotina o provenga de algún tipo
de combustión, como los vapeadores y cigarros electrónicos.
Somos conscientes de que es uno de los vicios más difíciles de erradicar, pero seamos sinceros, fumar es síntoma de cierta laxitud del cuidado de la salud propia. Inclusive llegamos a tener pacientes que huelen a cigarro, con los dientes y dedos manchados y se atreven a negarlo con afán de que no suspendamos su cirugía. Si no lo haces por seguridad y salud, al menos te voy a explicar por qué te suplico que no nos expongan a esos riesgos.
Varios productos son perjudiciales y constantes en estos productos, el monóxido de carobono, el alquitrán y la nicotina que son adicionadas deliberadamente como el limón al agua de limón. Estos productos no sólo deterioran la salud sino que aumentan exponencialmente los riesgos durante una cirugía.
La nicotina provoca tanto ensanchamiento como espasmo de las paredes de los vasos sanguíneos y tomamos en cuenta que un procedimiento quirúrgico estético completamente de la correcta oxigenación para sanar, si la parte manipulada no recibe la cantidad adecuada de sangre oxigenada, corre riesgo de sufrir por la baja concentración de oxígeno causando su deterioro o muerte. Grandes porciones de piel se mueren, o curan lenta y tórpidamente ya que retrasa la cicatrización.
Los tejidos en proceso de recuperación son mucho más propensos a infecciones, cicatrices queloides, muerte de la grasa generando deformidades, formación de coágulos tanto en la zona manipulada como en grandes vasos, disminución a la tolerancia al dolor, etc.
Esos implantes mamarios tan bonitos que se quieren colocar pues, pueden estar condenados al rechazo por muchos motivos, de los cuales casi ninguno cubre la garantía.
Nosotros solicitamos evitar el consumo de estos productos por lo menos 1 mes antes de la cirugía y hasta 10 semanas después de ésta, pero si puede ser de por vida, mucho mejor.
Sabemos que el abandono de estos vicios es sumamente complejo, pero considerando que su salud, el resultado de la cirugía y su vida son los que están en juego, por favor no nos sometan a ese tipo de riesgos. Nos quita el sueño e incrementa exponencialmente los costos de la cirugía en el proceso de curación.
Somos conscientes de que es uno de los vicios más difíciles de erradicar, pero seamos sinceros, fumar es síntoma de cierta laxitud del cuidado de la salud propia. Inclusive llegamos a tener pacientes que huelen a cigarro, con los dientes y dedos manchados y se atreven a negarlo con afán de que no suspendamos su cirugía. Si no lo haces por seguridad y salud, al menos te voy a explicar por qué te suplico que no nos expongan a esos riesgos.
Varios productos son perjudiciales y constantes en estos productos, el monóxido de carobono, el alquitrán y la nicotina que son adicionadas deliberadamente como el limón al agua de limón. Estos productos no sólo deterioran la salud sino que aumentan exponencialmente los riesgos durante una cirugía.
La nicotina provoca tanto ensanchamiento como espasmo de las paredes de los vasos sanguíneos y tomamos en cuenta que un procedimiento quirúrgico estético completamente de la correcta oxigenación para sanar, si la parte manipulada no recibe la cantidad adecuada de sangre oxigenada, corre riesgo de sufrir por la baja concentración de oxígeno causando su deterioro o muerte. Grandes porciones de piel se mueren, o curan lenta y tórpidamente ya que retrasa la cicatrización.
Los tejidos en proceso de recuperación son mucho más propensos a infecciones, cicatrices queloides, muerte de la grasa generando deformidades, formación de coágulos tanto en la zona manipulada como en grandes vasos, disminución a la tolerancia al dolor, etc.
Esos implantes mamarios tan bonitos que se quieren colocar pues, pueden estar condenados al rechazo por muchos motivos, de los cuales casi ninguno cubre la garantía.
Nosotros solicitamos evitar el consumo de estos productos por lo menos 1 mes antes de la cirugía y hasta 10 semanas después de ésta, pero si puede ser de por vida, mucho mejor.
Sabemos que el abandono de estos vicios es sumamente complejo, pero considerando que su salud, el resultado de la cirugía y su vida son los que están en juego, por favor no nos sometan a ese tipo de riesgos. Nos quita el sueño e incrementa exponencialmente los costos de la cirugía en el proceso de curación.
Dr Christian G Ramos
drchrisramos@gmail.com
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